viernes, 16 de marzo de 2018

TU MELODÍA...



Tu melodía hace latir mi corazón... 
me envuelve y me acaricia, 
convirtiendo mi cuerpo en pentagrama 
en el que escribes tus notas. 
Eres la sinfonía inacabada
de mis noches y mis días...,
la clave de sol de mis mañanas.
Contigo doy el "do" de pecho
y grito tu nombre mientras te sueño.
Vienes y vas con el viento
que me adormece y me susurra
y en tus silencios, casi desvanezco.
Mil palabras, millones de suspiros,
horas que se diluyen convertidas en segundos
porque el tiempo contigo no entiende
de relojes, agujas ni tic-tac.
Te invento frente a mi
y tomas nueva forma,
luces y sombras,
blancas y corcheas
que suben y bajan en el aire
y tú, allí, transformado en música
que me recorre y me arrastra,
me acorrala y me devora,
mientras sucumbo a la clave de tus besos.


Mariajosé E. M.

Imagen de la red.

DULCE TENTACIÓN...



Tuve que hacerlo, lo siento. 
Sé que no debería haberlo hecho, que el verano ya había terminado y con ello los paseos en bici, las carreras por la playa en bikini, los partidos de padel al atardecer, los bailoteos en la disco hasta el amanecer... 
Esos batidos de frutas y verduras nada más despertar me activaban cada poro del cuerpo y tras ellos un baño en el yacuzzy y el masaje relajante que me preparaba mi amigo Marco.
Sé que no debería haber tirado todo por la borda aquella tarde, pero no pude resistir la tentación. Mi pasión pastelera fue más fuerte que yo. 

Saqué de la nevera cuatro huevos, un yogur, puse en un bol tres partes de harina, y como loca me puse a batirlo todo. Lo horneé durante casi una hora a ciento cincuenta grados centígrados y en cuanto lo desmoldé, impaciente por hincarle el diente, caliente y todo, ¡me lo zampé!

Mariajosé E. M.

Imagen de la red.

SIN PRISAS...



Avancemos despacio,
Para gozar de las vistas, 
que no hay prisa 
y no es tarde.
Para disfrutar del recorrido, 
de cada recodo del camino,
de los vaivenes de la carretera,
del sentido que toma el viento...,
de un último y tímido rayo de sol en el horizonte,
del sonido del silencio entre las ramas de los árboles,
de las primeras hojas secas que tiemblan al caer...
Vamos despacio,
saboreando el rosario de segundos del reloj de arena,
con calma,
con pausa,
con la mirada puesta en cada paso,
siempre firme
y con el brillo de la alegría en los ojos.


Mariajosé E. M.

BAJO LA LLUVIA...



Un día tú yo planeamos un encuentro.
Llovía a chuzos mientras hablábamos por teléfono.
Tú, fumabas un cigarrillo en la terraza, a cubierto del agua y de la gente. 

Yo, miraba por la ventana, esperando que las nubes hicieran un descanso.

Sería un encontronazo improvisado,
fortuito..., insospechado.
Sucedería como si nunca lo hubiéramos pensado.

Nos haríamos los sorprendidos al encontrarnos, y así, entre el bullicio de la gente, nos saludaríamos con un beso inocente. Uno de esos besos que se mueren por ser algo más. Nuestras manos y nuestras caras tropezarían torpemente.

Escampó por fin y salió el sol de septiembre, y tú y yo estábamos allí, de pronto, sonriéndonos frente a frente.
Yo, intentando no mirarte más de la cuenta, tú, observándome por debajo de cuerda.

No podía haber más gente alrededor, gente que iba y venía, subía y bajaba la calle y el café duró un segundo infinito, en aquella cita insospechada.

Por la noche me desvelé recordando tu sonrisa, esa que me conquistó hace mucho con solo imaginarla. Con tu risa, que me atrapó desde el principio. Con el sonido de tu voz, tan dulce... Y me dormí por fin, con la sensación de haber estado contigo una vez más, también en está vida, como en otras anteriores.


Mariajosé E. M.

Imagen de la red.

NOVIEMBRE AMARGO...



NOVIEMBRE... AMARGO

No me sirve de nada escuchar música de la que te clava puñales con dulces sonidos. 
Duele en el aire, desde que se capta, al entrar por los oídos retumba en mi cabeza y me aturde. 
Ninguna frase de consuelo es suficiente cuando el dolor no te deja respirar, cuando es martes, medio día, con el sol en lo más alto y llueve a cántaros dentro de mi alma. 
¡Qué difícil es aceptar que somos como somos!
Y los huesos a veces no soportan el peso de mi corazón hecho añicos y me vence la apatía y me dejo caer.
De como una bonita conversación termina siendo, en una sola frase sin sentido, un "hasta mañana"...
Y cuando no se entiende el paso del blanco al negro, sin pasar si quiera por el gris, y pasar del jueves al viernes es un trauma, cuando el fin de semana es una tortura y el lunes... ¡Qué te voy a decir yo de los lunes!
Intento buscar el arco iris en cada charco, ilusionarme con cada rayo de sol entre las nubes y susurrarle al viento, que me abrace y me acurruque, como si fuesen tus mismos brazos los que lo hacen.
Nada se puede cambiar, y lo que pasa, tan solo es así porque es lo que toca, porque tiene que pasar, aunque duela.
La prisa por llegar a ningún sitio, el miedo a no encontrarte a tiempo, ansiedad sin recompensa y lágrimas de amargura después de cada desencuentro.
Noviembre y su frío, su ternura, su dulzura que se torna amarga..., noviembre de nuevo y sin ti, sin tu voz en mi oído, sin el calor que abriga la esperanza que me hace cosquillas solo con vivir.


Mariajosé E. M.

Imagen de la red.

SIN NI SIQUIERA TOCARME...



Subes y bajas en mi pecho 
con cada uno de mis latidos.
Despiertas en mí 
cuando abro los ojos 

al nuevo día.
Mi aire es tu aire,

tu piel respira mi piel.
te absorbo
y me habitas
de pies a cabeza,
sin ni siquiera tocarme.


Mariajosé E. M.

Imagen de la red.


CORAZÓN TEMPLADO...



Te desafío a encender 
mi tibio corazón.
Mi corazón templado, 
mi corazón herido.
Tú que sabes de amores,
que desechas olvido,
ayúdame a seguir
con tu pecho en el mío.
Corazón vagabundo
guerrillero y altivo.
Primaveras de fuego
dame besos de Luna
y quédate conmigo.


Mariajosé E. M.

¡DESPIERTA!...



Hay heridas que se descosen 
al roce de un leve pensamiento desprevenido 
y escuecen, 
como si pusieras sal.
Despierta en mis sentidos 

una angustiosa vulnerabilidad, 
y para los latidos de un vivido dolor lejano, 
olvidado.
Todo son curvas vertiginosas 

y me empiezo a marear inevitablemente.
No hay rumbo fijo, 

no hay salida, 
los frenos no funcionan.
¡Despierta, despierta!!


Mariajosé E. M.

Imagen de la red.

EL PLANETA FANTASMA...



Aquél era el mejor plan que habíamos ideado nunca. 
Movimos cielo y tierra para organizar la sede y llegar a todos los rincones de donde pudiésemos obtener algo, por poco que fuese.


Necesitábamos cualquier ayuda, viniese de donde viniese y nada era poco, cualquier cosa servía.

Albañiles, médicos, cirujanos, farmacéuticos, electricistas, cocineros, hortelanos, pescadores, arquitectos, panaderos, pastores, pintores, maestros, sastres... todos sin fronteras, sin apegos y sin límites. 

Daba igual de que parte del mundo fueran, el color, la raza, la religión, el idioma que hablaran, todo eso no importa nada.
Íbamos a obtener subvenciones para crear una nueva civilización en un planeta abandonado que habíamos encontrado muy cerca de La Tierra. Un planeta que aparecía cada doscientos años orbitando junto a nuestra Luna y que era un paraíso absoluto. Su tiempo de espera era tan sólo de un mes y después, volvería a desaparecer, quizá durante otros doscientos años... Así es que el tiempo apremiaba para hacer 'la mudanza' y los voluntarios no paraban de llover. 


Pusimos anuncios en periódicos, en radio y televisión, en redes sociales, con el requisito indispensable de abstenerse al proyecto políticos, banqueros, sacerdotes y manipuladores sociales diagnosticados. El trueque volvería a ser la moneda de cambio y cada uno le rezaría al dios que considerase necesario en privado.

La nave era inmensa, un gran titanic, con las bodegas repletas de semillas, víveres y enseres suficientes para que todos los pasajeros sobrevivieran mientras se daba forma a ese 'Nuevo Mundo'. El despegue estaba previsto con los mejores pilotos y tripulantes para la madrugada del cambio de hora.


La despedida fue agridulce para muchos, un alivio para algunos y la tan ansiada solución para la mayoría. 

Yo, me quedé aquí para dar testimonio del suceso y sentar precedente para el que esté dispuesto a afrontar el reto de continuar el proyecto. Ya sabe que aún le queda trabajo por hacer... y unos cuantos de años mientras está de camino por su órbita 'El Planeta Fantasma'.

Mariajosé E. M.

Imagen de la red.

COMPASIÓN...



Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí. 
Se había desmayado al encontrarlo atado a aquella piedra de molino. 
Las cadenas alrededor de su cuello y sus patas le habían provocado heridas encarnizadas y sangrientas. Se armó de valor y le habló con dulzura:

- Escúchame atentamente. No sé quién te habrá hecho esto, ni sus motivos, pero no hay derecho. Igual tienes hijitos por ahí, esperando que les lleves algo de comida y se morirán de hambre, mientras tú vas a morir aquí, de pena y de dolor.


Tu espérame tranquilo, no te violentes, que voy a soltarte bajo mi responsabilidad.
Cogió una enorme piedruca y aporreó las cadenas hasta que las rompió.
Entonces, al verse libre, el dinosaurio le contestó en su idioma:


- Yo te agradezco mucho el detalle colega, pero la cosa está mu malita y ni gallinas ni gatos se encuentran por aquí, así que tú serás hoy la merienda en mi casa, espero que sepas perdonarme.


No hay mal que por bien no venga, efectivamente.


Mariajosé E. M.

Imagen de la red.

AMANECER EN LA PLAYA...



Nos amaneció sentados en la playa. Estuvimos toda la noche alrededor de la lumbre, María tocaba la guitarra y aceptaba peticiones musicales de todo tipo. 
Bebíamos y reíamos, los más atrevidos bailaban sobre la arena y saltaban dando volteretas. Fernando se había liado un canuto y trataba de hacerse el simpático con todas, Noelia había cortado con él esa misma tarde y quería demostrarle que no le importaba nada, que no le afectaba en absoluto. 
Yo observaba al grupo y participaba, intentando adaptarme a todos cuanto antes, después de todo sólo llevaba una semana en el pueblo. La noche iba difuminando estrellas en el horizonte y poco a poco, uno a uno se fueron marchando de la playa. 

El sirimiri dio paso a una lluvia cada vez más intensa que nos caló hasta los huesos. Entonces, Noelia se puso en pie y me extendió la mano. Yo la acepté y agarrados, nos adentramos en el mar, que recibió nuestros cuerpos ya mojados en un abrazo a tres bandas que nada podrá borrar jamás.


Mariajosé E. M.

DESTINO FINAL...



De nuevo Rusia. 
El viejo aeroplano había aterrizado dando bandazos contra la pista de tierra y nieve. La aguja del combustible marcaba lo que le daba la gana y el ruido del motor era ronco y feo, como de tartana. Era casi tan viejo como yo, y los dos teníamos achaques y dolamas, pero ni él ni yo nos quejábamos nunca por nada. Nos teníamos el uno al otro y durante toda una vida nos habíamos recorrido juntos los rincones más inhóspitos y olvidados de la tierra. Este era nuestro destino final, me vengo a morir a Rusia, cuando ya nada más me queda que esperar mi último viaje, ese sin retorno del que todos tenemos billete sacado y Rusia me abraza con su eterna y fría calidez.

Mariajosé E. M.

Imagen de la red.

FACEBOOK...


Caras y más caras. 
Rostros con o sin nombre. 
Conocidos y desconocidos. 
De aquí y de allí. 
Ante mis ojos 

un desfile interminable de apariencias.
Gente con cara de gato.
Otros de perro.
Algunas son un paisaje.
Incluso los hay en forma de flor.
Nombres reales e inventados.
Con uno o varios amigos en común.
Estudiantes que nunca estudiaron.
Amas de casa que tienen incluso cuatro iguales, 

porque pierden la contraseña.
Curas de pueblo.
Empresarios con corbata.
Tatuadores y tatuados.
Selfies con morritos.
Lenguas con piercing.
Señoras mayores en busca del amor de su vida.
Pastores de cabras sin afeitar.
Vidas ajenas en catálogo.
Cada una, una historia real 

y otra que yo imagino al mirar.

Mariajosé E. M.

Imagen tomada de la red.

DONDE SEA, PERO CONTIGO...



Donde sea, pero contigo..., 
por tierra mar y aire, 
entre nubes blancas de algodón,
mezclándonos entre gotas de lluvia,
con frío invernal,
o calor sofocante.
Por que mi mente 
no sabe vivir sin ti, ni quiere. 
Se adormece si no estás 
y casi muere de pena. 
Cuando sea, 
pero que sea junto a ti, 
entre tus brazos 
o frente a tus ojos, 
envuelta en tus sueños de locura
si te tengo a mi lado como si no.
Sea como sea, 

pero siempre a tu lado, 
insustituible, 
aún cuando no pueda verte 
ni tocarte.

Mariajosé E. M.

Imagen de la red

LUCÍA...



Me veo en aquél instante a punto de caer al suelo y aún así todavía tenía fuerzas para sonreír a Lucía... Era la despedida. Jamás volvería a verla viva, así que le dije la verdad...

- No te quiero. No es de hoy, ni de ayer este sentimiento mío hacia ti, que me nace en lo más hondo y me aprieta las tripas cuando te miro.
Me das asco, ¿sabes? He intentado, durante media vida superarlo, hacer de tripas corazón y buscarte la parte buena, algo bonito, algo agradable, y no puedo, no encuentro nada que me consuele en ti. Que me cegué pensando que tus padres tenían dinero, posición y posibilidades de hacerme la vida fácil, pues sí, ¡lo hice! Pero tu no me sacaste de mi error en ningún momento, al contrario, tú con tus aires de grandeza te regodeabas en aquella falsa fortuna... Lo de no tener hijos contigo quizá haya sido lo mejor, nada que me ate a ti, ninguna carga... Sólo faltaría que encima se hubiera parecido a ti..., o a tu madre, ¡que sois feas con ansia!
El matar ratas me costó barato, y mezclado con ese puré de patatas que te hice hoy para merendar te ha sabido a gloria bendita. Ni un remilgo le has hecho. Yo estoy flojo de la tensión, impaciente pensando que ya llegó el momento, que por fin tomé la decisión correcta. Esto podía haber sido menos drástico, si cuando me sorprendiste acostado con tu mejor amiga me hubieses mandado a tomar por culo. Has sido tonta hasta el final.

Mariajosé E. M.

Imagen de la red