miércoles, 27 de junio de 2018

VAMOS DESPACIO...



Avancemos despacio,
Para gozar de las vistas, 
que no hay prisa 
y no es tarde.
Para disfrutar del recorrido, 
de cada recodo del camino,
de los vaivenes de la carretera,
del sentido que toma el viento...,
de un último y tímido rayo de sol en el horizonte,
del sonido del silencio entre las ramas de los árboles,
de las primeras hojas secas que tiemblan al caer...
Vamos despacio,
saboreando el rosario de segundos del reloj de arena,
con calma,
con pausa,
con la mirada puesta en cada paso,
siempre firme
y con el brillo de la alegría en los ojos.


M. J. Enciso

ACUARELA Climent La Repera

DIALOGOS DE SOL Y LUNA...



Solo intentar acercarme a ti es suficiente 
para que tu mirada se llene de evasivas. 
Me dice mi intuición que querer, quieres, 
pero que no te atreves.
Yo me callo y tu,
me sueltas frases que te desentienden del momento.
Te sigo mirando,
te pregunto cosas que no me interesan.
Me miras de reojo y me buscas las vueltas.
No quieres mostrarme tu cara de fiesta
ni ponerte triste,
ni que yo lo sepa,
si te baila el alma cuando estamos cerca.
Con este tira y afloja que te traes,
me pones negra.
Yo pretendo que me abraces
y tu, sin querer mirarme,
haces que te alejas
con pasitos lentos y sonrisa tierna.
-Mañana nos vemos, ¿estarás despierta?
-Te espero, no faltes.


M. J. Enciso

EL PLANETA FANTASMA...



Aquél era el mejor plan que habíamos ideado nunca. 
Movimos cielo y tierra para organizar la sede y llegar a todos los rincones de donde pudiésemos obtener algo, por poco que fuese.
Necesitábamos cualquier ayuda, viniese de donde viniese y nada era poco, cualquier cosa servía.
Albañiles, médicos, cirujanos, farmacéuticos, electricistas, cocineros, hortelanos, pescadores, arquitectos, panaderos, pastores, pintores, maestros, sastres... todos sin fronteras, sin apegos y sin límites. Daba igual de que parte del mundo fueran, el color, la raza, la religión, el idioma que hablaran, todo eso no importa nada.
Íbamos a obtener subvenciones para crear una nueva civilización en un planeta abandonado que habíamos encontrado muy cerca de La Tierra. Un planeta que aparecía cada doscientos años orbitando junto a nuestra Luna y que era un paraíso absoluto. Su tiempo de espera era tan sólo de un mes y después, volvería a desaparecer, quizá durante otros doscientos años... Así es que el tiempo apremiaba para hacer 'la mudanza' y los voluntarios no paraban de llover. Pusimos anuncios en periódicos, en radio y televisión, en redes sociales, con el requisito indispensable de abstenerse al proyecto políticos, banqueros, sacerdotes y manipuladores sociales diagnosticados. El trueque volvería a ser la moneda de cambio y cada uno le rezaría al dios que considerase necesario en privado.
La nave era inmensa, un gran titanic, con las bodegas repletas de semillas, víveres y enseres suficientes para que todos los pasajeros sobrevivieran mientras se daba forma a ese 'Nuevo Mundo'. El despegue estaba previsto con los mejores pilotos y tripulantes para la madrugada del cambio de hora.
La despedida fue agridulce para muchos, un alivio para algunos y la tan ansiada solución para la mayoría. Yo, me quedé aquí para dar testimonio del suceso y para sentar precedente para el que esté dispuesto a afrontar el reto de continuar el proyecto. Ya sabe que aún le queda trabajo por hacer... y unos cuantos de años mientras está de camino por su órbita 'El Planeta Fantasma'.


M.J. Enciso

REDES SOCIALES...



Caras y más caras. 
Rostros con o sin nombre. 
Conocidos y desconocidos. 
De aquí y de allí. 
Ante mis ojos 

un desfile interminable 
de apariencias.
Gente con cara de gato,
otros de perro.
Algunas son un paisaje.
Incluso los hay en forma de flor.
Nombres reales e inventados.
Con o sin amigos en común.
Estudiantes que nunca estudiaron.

Poetas de verso fácil.
Lunáticos y enamorados.
Amas de casa.

Los hay que tienen incluso cuatro iguales, 
porque pierden la contraseña.
Curas de pueblo.

Observadores silenciosos,
curiosos empedernidos.
Catetos de ciudad.
Tribus urbanas.
Empresarios con corbata.
Tatuadores y tatuados.
Selfies con morritos.

Gente de buen humor.
Lenguas con piercing.
Coleccionistas de amigos.
Señores mayores 

en busca del amor de su vida.
Vagabundos sin fronteras.
Creyentes acérrimos.
Agnósticos sin diagnosticar.
Pastores de cabras sin afeitar.
Vidas ajenas 

en catálogos infinitos.
Cada una, 
una historia real 
y otra que yo imagino al mirar.

M. J. Enciso

¡QUÉ BONITA LOCURA!...



A veces me llaman loca 
¡que bonita locura 

si sabes disfrutarla!
Y me río de mi sombra...
y a veces de tu mala sombra.
Que suerte la mía,
gozar de mi locura
y llorar de alegría...
Desátate, cuerda
y se tan libre
como tú misma te permitas.
No dejes que se te esfume la vida
con la apatía sembrada en tu semblante.


M.J. Enciso

QUE NO NOS LLEVE LA CORRIENTE...



Que no nos lleve la corriente, 
enséñanos a flotar, 
si caemos por el caminito de piedras al río. 
Que no nos arrastre ninguna corriente,
que sepamos nadar 

y guardar la ropa.
Y si no,
que siempre encontremos 

algo a lo que aferrarnos,
sólido y bien anclado,
que nos de la seguridad necesaria 

para pensar que no nos ahogaremos,
aunque el agua nos llegue al cuello.
Hasta que bajé la marea,
las aguas vuelvan a su cauce
y el sol tibio nos caliente la piel mojada.


M.J. Enciso

Foto de la red

LAS GANAS DE VIVIR...



M'encanta verte reír,
que te pasen cosas buenas,
que seas, 
incluso mejor de lo que aparentas, 
pero que te baste con demostrarlo,
y nunca se te escuche alardear.
Me enamora descubrir
sentimientos con forma de persona,
palabras que abrazan,
miradas risueñas.
A veces hay que tomar aliento,
respirar hondo
y coger carrerilla
para impulsarnos,
para ser los que fuimos
y que no se nos caigan
ni por un segundo
las ganas de vivir.


M.J. Enciso

Foto de la red

ME REGALA FLORES...


Todos los días 
me regala flores, 
auténticas bellezas naturales. 
Pero no las corta, 
no las mata, 
ni las marchita prematuramente.
Tan sólo las capta para mí
y después me las ofrece,
como su mayor tesoro.
Yo, cuidadosamente,
las pongo en este jarrón,
y las coloco en esta gran ventana.
Mirarlas me alegra,
y me embelesa,
artista y admirador
de la naturaleza.


M.J. Enciso

Foto Juan L.V.

CINISMO...





Me veo en aquel instante a punto de caer al suelo y aún así todavía tenía fuerzas para sonreír a Lucía... Era la despedida. Jamás volvería a verla viva, así que le dije la verdad.
...La verdad.
- No te quiero. No es de hoy, ni de ayer este sentimiento mío hacia ti, que me nace en lo más hondo y me aprieta las tripas cuando te miro.
Me das asco, ¿sabes? He intentado, durante media vida superarlo, hacer de tripas corazón y buscarte la parte buena, algo bonito, algo agradable, y no puedo, no encuentro nada que me consuele en ti. Que me cegué pensando que tus padres tenían dinero, posición y posibilidades de hacerme la vida fácil, pues sí, ¡lo hice! Pero tú no me sacaste de mi error en ningún momento, al contrario, con tus aires de grandeza te regodeabas en aquella falsa fortuna... Lo de no tener hijos contigo, quizá haya sido lo mejor, nada que me ate a ti, ninguna carga... Sólo faltaría que encima se hubiera parecido a ti..., o a tu madre, ¡que sois feas con ansia!
El matarratas me costó barato, y mezclado con ese puré de patatas que te hice hoy para merendar te ha sabido a gloria bendita. Ni un remilgo le has hecho. 
Yo estoy flojo de la tensión, impaciente pensando que ya llegó el momento, que por fin tomé la decisión correcta. 
Esto podía haber sido menos drástico, si cuando me sorprendiste acostado con tu mejor amiga me hubieses mandado a tomar por culo. Has sido tonta hasta el final.

M.J.Enciso

Foto de la red

CIELO ROJO SANGRE




Mira por la ventana
y descubre un cielo rojo sangre.
El sol se despide un día más
y sigue sola,
apartada de todo y de todos...,
como ayer y anteayer
y mañana será igual.
Sus hijos han crecido
más deprisa de lo que nunca hubiera imaginado,
van y vienen a la casa
y ella se siente vacía,
extraña, sola.
Él ya no la toca como antes
y ella se muere por sentir
sus manos apretando su cuerpo.
Sabe que la mira,
como quien mira sin ver...
y realmente no la ve,
ni la piensa,
ni la siente
y a ella se le encojen las entrañas.
La Luna sigue creciendo,
preñada de locura,
redonda e inestable.
Ella se mira al espejo
y se pinta una sonrisa extraña,
pero sus ojos no la acompañan.
Se difumina el rojo en la ventana
igual que su sangre se agua
y se diluye por sus venas
y sus penas,
se hacen nudos de ahorcado en su garganta.

M.J. Enciso


FOTO de la red