martes, 20 de noviembre de 2018

ROSAS ESPINADAS...



Me apuñalas con rosas espinadas.
Me das la miel... y después,
me amargas con tu hiel.
No puedo llorar.
No quiero llorar.
Eres cruel.
Apariencia de ángel,
mientras mil demonios te habitan.
Vuelvo una y otra vez a derrumbarme.
Ya no sé ni siquiera si te amo.
Yo no sé si me quieres todavía.
Tormenta de sentimientos
me ennegrece el alma y me desquicia.
Ni contigo ni sin ti.
Mátame de una vez,
que no quiero seguir en tu infierno.
(María José E. M.)

Imagen tomada de la red.

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