domingo, 29 de mayo de 2016

VIAJE SIN RETORNO...


Cerró tras de si la puerta con dos vueltas de llave y corrió las cortinas. 
Apagó todas las luces y bajó el volumen de la música, que con toda la suavidad recorría cada milímetro de la estancia. 
Se quitó una a una, cada prenda de ropa, con la solemnidad de un rezo, con toda la serenidad puesta en sus gestos. 
Desabrochó uno a uno cada botón de su camisa de seda y con sumo cuidado la colgó en el armario. 
Se bajó con delicadeza la falda y se sentó en la orilla de la cama, para despojarse de las medias. 
Después se tumbó hacia atrás con tan solo su ropa interior y cerró los ojos por un instante.

Su cabeza daba vueltas y vueltas sin llegar a nada..., tan solo vacío, oscuridad y silencio. No había mirado la hora, no  le importaba si era temprano o tarde, tenía todo el tiempo del mundo por delante, sin prisas. 
Suspiro profundo. 
Sonó el teléfono una y otra vez dentro del bolso que colgaba de una silla, podía sonar eternamente, ¿a quién le importaba? 
Tan solo pensaba en evadirse, en volar liviana, sin pesos ni ataduras terrenas y mundanas. 
A su lado, en la mesita de noche, un bloc de notas y un bolígrafo. Había escrito su último relato, su última confesión. Estaba tranquila y serena. En el suelo, vacío, el frasco de elixir que la llevaría por fin a su viaje definitivo, uno, solo de ida.

Airam E. M.

(Imagen tomada de la red)

6 comentarios:

  1. Ahora que llego por aquí gracias a los comentarios que dejas en mi blog como miguitas de pan que me han conducido hasta aquí...no te vayas a marchar dejando solo un último relato, ningún elixir es tan potente como el escribir, el leer y el amar. Yo te he leído y me he enamorado.
    Ya me voy quedando por tu casa.
    Besos

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    1. Un placer recibir visitas en esta casa, que a partir de hoy, también es la tuya. Muchas gracias.
      Poderosas razones son los ingredientes que mencionas en tan preciado elixir: la escritura.

      Saludos salados.

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  2. Bonito viaje sin retorno lleno de sensualidad, y con un toque interesante, casi inteligente, dado por esa necesidad de desprenderse de todos los lastres antes de la partida.

    Qué bien lo haces, amiga.

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    1. Ella intentaba hacerse la interesante, sí, y derrochaba toda la sensualidad, también, pero la inteligencia no le alcanzó a la hora de tomar el brebaje... Debería haberlo sustituido por un lingotazo de gin tonic y dormirla después.

      Saludos salados.

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  3. Como el anterior que te leí, este relato también tiene un montón de matices e interpretaciones posibles. Sumamente interesante, sí señora.

    Saludos.

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    1. Muchas gracias por tu visita, me alegra que te parezca interesante.
      Saludos.

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