lunes, 14 de noviembre de 2016
SUPERLUNA CHABACANA...
Lo perdí todo una noche de superluna...
Perdí la paciencia,
perdí los nervios,
el entusiasmo,
el raciocinio.
Las mareas no se resistieron a su influjo,
¿cómo iba a resistirlo yo,
pobre mortal?
¿Cómo iba yo a soportar su tira y afloja,
su sí pero no,
ese te quiero y no te soporto,
o el intrigante ir y venir
con adioses cortantes y cortados?
Un globo hinchado,
luminoso y flotante,
colgado del azul oscuro casi negro,
con un ojo guiñado.
La eterna burlona.
La dama de blanco inquisidora,
inspiradora, nostálgica.
Pequeñita y lejana unas veces,
otras enorme y chabacana.
Me hizo perder... la cabeza,
o eso intentó aquella noche
y yo, complaciente,
le di gusto y después,
me morí de tristeza.
Airam E. M.
(Imagen de la red)
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