martes, 31 de mayo de 2016
VACÍO...
Se derrumbó su castillo de arena en un segundo y ya no hubo más "te quieros" de repente.
Se secaron las rosas, regadas con lágrimas saladas de desconfianza ciega y de recelos.
Ha quedado vacío el corazón y su eco retumba en todo el cuerpo, desconsolado y mudo.
Date prisa, que sopla la brisa que quema en el desierto de las penas.
Su todo se hizo nada de un soplo... y la dulzura de miel ahora amarga más que hiel.
Todo sobra en su mundo porque nada falta.
Todo falta en su vida y ya no quiere nada.
Airam E. M.
(Imagen de la red)
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Siempre esa melancolía que tanto desdice con tu alegría de vivir. Siempre en el lado solitario de la separación.
ResponderEliminarMe gustan los extremos, aunque sé bien lo de que: "en el término medio, está la virtud". Me gusta sentir con intensidad y aspirar o saborear lo bueno, pero si hay que llorar... ¡que sea a moco tendido!
EliminarUn abrazo Climent.